¿Cuánta agua consume la ¿Inteligencia artificial? 😰
Un vistazo a lo que realmente sucede
En los últimos días, las redes sociales y medios de comunicación se llenaron de titulares alarmantes sobre el consumo de agua por parte de la inteligencia artificial (IA), especialmente con la nueva función de creación de imágenes de ChatGPT. Pero, ¿es cierto todo lo que se dice?
¿La IA realmente gasta mucha agua? 😶
según algunos medios, la IA "consume" entre 0,5 y 2 litros de agua por consulta. Sin embargo, una investigación de la Universidad de California aclaró que en realidad se necesita aproximadamente 0,5 litros para entre 20 y 50 consultas. O sea, no es tanto como se dice.
¿Por qué necesita agua? 😔
La IA funciona en grandes centros de datos
(servidores), los cuales se calientan mucho y necesitan enfriarse. Para esto,
se usa agua en sistemas especiales de refrigeración. En muchos casos, el agua
se reutiliza en circuitos cerrados. En otros, se libera vapor que luego vuelve
a la naturaleza en forma de lluvia.
Otros datos
importantes:
- La
mayoría de empresas aún usa agua potable, pero algunas como Google y Meta
ya están cambiando a agua reciclada.
- El consumo de agua por la IA es mínimo en comparación con otras industrias, como la ganadería, que consume mucho más.
- Redes
sociales, videos y otras plataformas también usan agua, aunque no se hable
tanto de ello.
La IA y su oscuro precio 😬
Imaginamos un futuro lleno de avances tecnológicos como autos voladores, ciudades inteligentes y robots, donde la inteligencia artificial desempeña un papel importante en distintas profesiones. Aunque estos avances parecen emocionantes, también traen riesgos si no se usan con responsabilidad.
Expertos como el Dr. García Peñalvo advierten que la IA puede generar dependencia, limitar la creatividad y afectar el aprendizaje de los estudiantes, especialmente cuando su uso no está regulado. Además, su impacto en la adolescencia es preocupante: puede influir negativamente en la autoestima y la salud mental de los jóvenes, quienes ya enfrentan altos niveles de ansiedad y depresión.
Casos como los deepfakes y la difusión de imágenes falsas creadas con IA han causado daño emocional y violaciones de privacidad. Esto también debilita la confianza en los medios y el pensamiento crítico, mientras se recopilan datos personales sin que muchos lo noten.
Frente a todo esto, surgen nuevas preguntas: ¿Podría la IA reemplazar a los docentes? ¿Peligran trabajos como el diseño o la programación? Estas y otras dudas serán abordadas en entrevistas a profesionales que nos darán una visión más clara sobre esta nueva revolución tecnológica.

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